En los últimos años, la comunidad arquitectónica se ha visto muy involucrada, tanto en aspectos positivos como negativos, con el crónico problema global de la gente sin hogar. En respuesta, James Furzer del Reino Unido trabajando en Spatial Design Architects ha emprendido un análisis fotográfico explorando formas defensivas del diseño urbano. Utilizando la tipología de los bancos públicos en Londres, Furzer documenta los aparatos públicos que actúan como elementos disuasorios para los durmientes, esencialmente negando un derecho a la ciudad para aquellos que no tienen más remedio que estar allí.
Usando los bancos públicos de Londres como un sujeto fotográfico, Furzer revela una subyacente calidad de disuasión que puede permanecer desapercibida para el usuario cotidiano. En particular, documenta el "banco de Camden", una galardonada pieza de mobiliario urbano público encargado por el distrito londinense de Camden, cuyo ethos de diseño debía influir en el público y restringir el comportamiento indeseable. Formado de hormigón expuesto y un marco de acero, la forma angular del banco crea una base incómoda para disuadir a los durmientes. Como explica Furzer:
Hay una necesidad de la arquitectura y el espacio público para abordar la cuestión física de dormir en la acera y la falta de vivienda. Ejemplos de bancos como el banco de Camden y los bancos situados directamente fuera de la Real Corte de Justicia de Londres muestran la falta de funciones del diseñador, ocultas detrás de la fachada de funcionalidad.
El análisis fotográfico de Furzer se sitúa dentro de un contexto más amplio de aparatos urbanos diseñados para disuadir al durmiente. Como argumentó el escritor del Guardian, Alex Andreou, una mentalidad "fuera de la vista, fuera de la mente" (“out of sight, out of mind”) dentro de la política británica y de otros países occidentales ha resultado en accesorios como las ahora infames "puntas anti-desamparados" fuera de los edificios y aspersores de pavimento que disuaden la ocupación prolongada.
Evidentemente, ahora debemos afirmar que, en sociedades que dicen ser democráticas, libres y responsables, se utilizan artículos tan accesibles como un banco público como una herramienta para derrocar a los habitantes más vulnerables de nuestras ciudades.
Noticias vía: Spatial Design Architects.